Inicio
Cuando hace más de veinte años nos iniciamos en el campo del Asesoramiento Jurídico, sabíamos que hacernos un hueco de cierto alcance en este campo iba a ser un reto difícil.
Partíamos desde cero, no teníamos un nombre detrás, ni una herencia en este ámbito profesional. Por eso, entendimos que sólo había una forma de hacerlo. Trabajo y esfuerzo incansable y disponibilidad absoluta al cliente. En efecto, nuestra formación tenía que ser excelente, lo que se traduciría en unos servicios de alta calidad; y además teníamos que prestarlos de forma eficaz, rápida y con absoluta disponibilidad para el cliente.
Esa ha sido, es y será la máxima de nuestro despacho. Cuando el cliente nos confía un asunto, tenemos que ser, y sino procurarnos ser, los que más sepamos de la materia que se nos confía, y además tenemos que ofrecer una respuesta eficaz, rápida y efectiva.
Pero aún más, desde que el cliente nos confía un asunto, su problema, su preocupación la hacemos nuestra. A partir de ese momento , el cliente debe verse sorprendido por la actuación del despacho, no podemos esperar a que nos pregunten sobre su asunto, somos nosotros los que debemos mantener al cliente constantemente informados del mismo, de modo que el cliente sienta realmente que su asunto es importante del despacho.
Sólo así, entendemos el modelo de despacho que hemos elegido desarrollar. No pretendemos crecer por crecer, sólo lo haremos si estamos seguros de que podemos seguir dando un servicio de excelente calidad y con máxima eficacia.
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